RUTA DE BODEGAS RIOJANA

Bodegas Protos. Denominación Origen Ribera del Duero.

Es en Peñafiel, localidad vallisoletana, vertebrada por el río Duero donde nace este sorbo de la tierra.
Protos tiene el privilegio de haberse engendrado en las entrañas de una de las fortalezas más importantes de la comarca, el Castillo de Peñafiel. Un lugar, referente para toda la comunidad castellano-leonesa, puesto que en él se alberga el Museo de Vino.
Este emplazamiento, la inminente inauguración de la nueva bodega, una joya arquitectónica, convertida ya en símbolo de la D.O Ribera del Duero y el interés cultural y gastronómico de la zona convierten a Protos en el epicentro de una nueva tendencia llamada “Enoturismo”.La nueva bodega, concebida tras la unión entre tradición y comunicación ofrece además la posibilidad de realizar visitas guiadas y celebrar eventos. Pocos pueden resistirse a conocer el Corazón del Duero, un lugar donde el silencio habla y el corazón se estremece al contemplar tanta belleza.

Legaris cuenta con una superficie total de casi 100 hectáreas de viñedos que se extienden a lo largo de dos pagos situados en los municipios de Curiel de Duero y San Martín de Rubiales. Desde los viñedos que rodean nuestra bodega se obtiene una impresionante vista de la loma en la que se asienta el castillo de Peñafiel.

La plantación de las primeras cepas se realizó en 1999. El viñedo propio consta de las variedades Tinto Fino (Tempranillo) y Cabernet sauvignon. La bodega apuesta por la materia prima y la viticultura de calidad: uniformidad en los viñedos, plantas sanas, vigor limitado de las plantas, racimos y bayas pequeñas, concentración de color y precursores aromáticos.El equipo de viticultura de la bodega lleva a cabo una selección vegetal estricta de plantas libres de virus y portainjertos seleccionados. Para complementar la uva propia, se realiza un importante trabajo de selección de uva y parcelas de entre los proveedores de la zona.

 

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Portia es la única bodega del mundo diseñada por el afamado y prestigioso arquitecto inglés Sir Norman Foster. Un proyecto arquitectónico espectacular, un símbolo de vanguardia y futuro. Una estrella de tres puntas en el corazón de Ribera del Duero.  Luz, materia y alma, un icono de la arquitectura del mundo del vino. Acero, madera, hormigón y vidrio, su diseño aúna el equilibrio de los materiales con las formas, de la arquitectura con el paisaje y de la tierra con el cielo. Bodegas Portia, un símbolo y una certeza.Inaugurada en octubre del 2010 su creación es el proceso pausado de materializar una idea, ponerle cimientos para que se sostenga en el aire.  Aquí surge de la tierra lo que es el cobijo, el habitat y la antesala de los vinos que en ella se elaboran. Su impresionante estética y su arquitectura  se conjugan a la perfección con la personalidad de sus vinos, de estilo moderno, de gran potencia, riqueza y elegancia.

 

En la mítica ciudad de Haro, capital de La Rioja Alta, tal vez donde mejor se produce la extraordinaria suma de coincidencias entre la bondad del clima y severidad de la tierra, se encuentran las bodegas López de Heredia, las más antiguas de Haro y unas de las tres primeras de La Rioja. La estratégica situación de sus viñedos, la calidad excepcional de las plantaciones, así como de las variedades empleadas, tienen su complemento imprescindible en una magnífica bodega, cuyo proceso de creación fue similar a la plantación de los viñedos, lentamente, con el máximo cariño.Cuando se penetra en el laberinto de las bodegas, construidas con recios sillares que se asientan sobre roca horadada por doquier, en formación de calados y naves subterráneas, impresiona la solidez y grandiosidad de un conjunto tectónico que ha merecido la denominación de «Catedral del Vino».

 

El edificio está inspirado en el Museo Guggenheim de Bilbao, y aparece bañado en los colores representativos de la firma; rosa por el vino tinto, oro por la malla de las botellas de Riscal y plata por la cápsula de la botella.
El proyecto de Gehry, tiene una estructura envolvente curvilínea, con piezas prismáticas en distintos niveles. De hecho, las plantas tienen una geometría irregular que va disminuyendo en tamaño a medida que se va ascendiendo por su fachada, permitiendo unas espectaculares vistas tanto del entorno como de la estructura misma del edificio.

 

La centenaria Compañía Vinícola del Norte de España (CVNE) lanzó la marca Viña Real en la década de 1920, siendo una de las pioneras en la elaboración de vinos de crianza en barricas de roble en esta zona. Un cuidado equilibrio entre tradición y modernidad han definido la forma y el fondo de Viña Real.

Las uvas de la Rioja Alavesa están en el corazón de esta bodega. La proximidad de las viñas con el viejo Camino Real inspiró su nombre. Y anclada en la misma tierra, integrada en el Cerro de la Mesa, se erige una monumental tina de cerca de 30.000 metros: es el edificio Viña Real, un icónico diseño del año 2004 que logra fundir la orografía riojana en la propia construcción.

 

Panorámica de la bodega

Fue diseñada por el arquitecto vasco, Iñaki Aspiazu, quien apostó por un sorprendente diseño en forma de caja de cristal, rodeada por un espejo de agua, que acoge al visitante, regalándole una vista espléndida de las viñas, Samaniego y la Sierra Cantabria.
El edificio emerge reluciente entre los viñedos, integrándose a la perfección con el maravilloso entorno en el que se encuentra la bodega.

 

Visita Bodegas YSIOS

 

El nombre rinde homenaje a los dioses egipcios Isis y Osiris, dos de las divinidades ligadas al vino, inaugurando así, la moda en España de las “Bodegas de Autor”. Aunque, en este caso, el diseño de la cubierta tuvo problemas de humedad, lo que motivó una demanda millonaria por parte de la propietaria, Bodegas Domecq.
En Ysios encontramos un diseño compuesto por olas en un mar de vid sorprendente, integrado con decoro en la orografía tan accidentada como privilegiada de la zona, para concebir vinos de la máxima calidad, con una silueta de gigantescas cubas

 

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En Navarra encontramos otra de las grandes bodegas españolas, la Propiedad de Arínzano, situada en la carretera Lizarra, en el kilómetro 3,1 de la Nacional 132. La bodega cuenta con una entrada diseñada por Rafael Moneo, nada más y nada menos, el arquitecto que firmó la ampliación del Museo del Prado, la Catedral de Los Ángeles y el Museo de Arte Moderno de Estocolmo.
Su diseño es sencillo y sirve de inspiración para una nueva identidad de marca de la finca Arínzano. El proyecto de Rafael Moneo es sensible y respetuoso con el medio que lo rodea, sin robar protagonismo al mismo.